Jaime I de Aragón fue hijo de Pedro II el Católico y de María de Montpellier, era el heredero de dos importantes linajes: la Casa de Aragón y el de los emperadores de Bizancio, por parte de su madre. Tuvo una infancia difícil. Su padre, que acabaría repudiando a la reina, sólo llegó a concebirlo mediante engaño de algunos nobles y eclesiásticos que temían por la falta de un sucesor, y la colaboración de María, haciendo creer a Pedro que se acostaba con una de sus amantes. Estas circunstancias produjeron el rechazo de Pedro II hacia el pequeño Jaime, a quien no conoció sino a los dos años de su nacimiento. A esa edad, el rey hizo un pacto matrimonial para entregar a su hijo Jaime a la tutela de Simón, Señor de Montfort, para casarlo con la hija de éste, Amicia, para lo cual el niño iba a ser recluido en el castillo de Carcasona hasta los 18 años. A la muerte de su padre, durante la cruzada albigense, en la batalla de Muret 1213 , Simón de Montfort se resistió a entregar a Jaime a los aragoneses hasta después de un año de reclamaciones y sólo por mandato del papa Inocencio III. Durante su minoría de edad, estuvo bajo la tutela de los caballeros templarios en el castillo de Monzón, habiendo sido encomendado a Guillem de Mont-Rodon, junto con su primo de la misma edad, el Conde de Provenza Ramón Berenguer V. Mientras, actuaba como regente del reino el conde Sancho Raimúndez, hijo de Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV y tío abuelo de Jaime. Heredó el señorío de Montpellier a la muerte de su madre. Huérfano de padre y madre, tenía unos 6 años cuando fue jurado en las Cortes de Lérida de 1214. En septiembre de 1218 se celebraron por primera vez en Lérida unas Cortes generales de aragoneses y catalanes, en las cuales fue declarado mayor de edad. En febrero de 1221 se desposó en la Catedral de Tarazona con Leonor de Castilla, hermana de Doña Berenguela y tía de Fernando III de Castilla. Anulado su primer casamiento por razón de parentesco, contrajo segundo matrimonio con la princesa Violante , hija de Andrés II, rey de Hungría. Por el testamento de su primo Nuño Sánchez, heredó los condados de Rosellón y Cerdaña y el vizcondado de Fenolleda en Francia. En septiembre de 1269 salió de Barcelona con su armada para una expedición a Tierra Santa, pero dispersadas sus naves por las tormentas, tuvo que desembarcar en Aigües-Mortes, cerca de Montpellier, y hubo de renunciar a aquella empresa. Tras un reinado de sesenta y tres años, murió en Alcira (Valencia) el 27 de julio de 1276. En el trance de su muerte, en la residencia real de esta ciudad, y como había dispuesto, Don Jaime fue amortajado con los hábitos del císter. Los restos mortales del rey permanecieron depositados en Santa María de Valencia hasta mayo de 1278, en que fueron trasladados al monasterio de Poblet para su sepultura definitiva. No obstante, tras la desamortización de Mendizábal, el monasterio quedó abandonado y el cadáver de Jaime I fue trasladado en 1843 a Tarragona, donde le fue construido un panteón en la parte posterior de la catedral, que fue inaugurado en 1856. En 1952, los restos de Jaime I fueron restituidos a Poblet. La Conquista de Valencia por el rey Jaime I, a diferencia de la de Mallorca, fue hecha con un importante contingente de aragoneses. De hecho, en 1231, Jaime I se reunió con el noble Blasco de Alagón y el maestre de la Orden Militar del Hospital en Alcañiz para fijar un plan de conquista de las tierras valencianas. Blasco de Alagón recomendó asediar las poblaciones en terreno llano y evitar las fortificadas. Sin embargo, lo primero que se tomó fueron dos enclaves montañosos: Morella, aprovechando Blasco la debilidad de su gobierno musulmán; y Ares, lugar cercano a Morella tomado por Jaime I para obligar a Blasco de Alagón a que le entregara Morella. La conquista de lo que posteriormente se convertiría en el reino de Valencia comienza en 1232, con la toma de Morella. En 1233 se planea la campaña en Alcañiz, que constaría de tres etapas. La primera etapa empieza con la toma de Burriana en 1233 y Peñíscola. La segunda etapa se dirige al sur llegando hasta el Júcar, en la ciudad de Alcira donde se encontraba el único puente de toda Valencia que cruzaba el Júcar. El 30 de diciembre de 1242 fue conquistada esta villa, permitiendo así la definitiva conquista del Reino de Valencia. La tercera etapa abarca desde 1243 a 1245, llegándose a los límites estipulados en el tratado de Almizra en 1244, firmado entre Jaime I y el infante Alfonso para delimitar las áreas de expansión sobre territorio musulmán entre Castilla y la Corona de Aragón. Las tierras al sur de la línea Biar-Villajoyosa quedaron reservadas para Castilla, incorporándose al reino de Valencia por Jaime II de Aragón tras las Sentencias arbitrales de Torrellas y el tratado de Elche. En esta última etapa y en los años siguientes, Jaime I tuvo que hacer frente a diversas revueltas de la población mudéjar, encabezadas por el caudillo al-Azraq. Jaime I obtuvo un gran triunfo sobre la nobleza aragonesa al convertir las tierras conquistadas en Valencia en un reino diferenciado, unido a la Corona de Aragón 1239 , respetando sus usos y costumbres y estableciendo los Fueros de Valencia els Furs. La creación del reino provocó una iracunda reacción de la nobleza aragonesa, que veía así imposibilitada la prolongación de sus señoríos en tierras valencianas.
domingo, 9 de octubre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
Hermanos Pinzón
Los hermanos Pinzón eran los tres miembros de la familia Pinzón, naturales de Palos de la Frontera de finales del siglo XV y comienzos del XVI, que participaron activamente en el primer viaje de Cristóbal Colón, que tuvo como resultado el descubrimiento de América, y en otros viajes de descubrimiento y exploración. Fueron marinos de destacado prestigio en la comarca costera de Huelva, y gracias a sus diferentes viajes comerciales y de cabotaje adquirieron fama y una situación holgada, que les permitió gozar de respeto y reconocimiento entre sus coetáneos. La estratégica posición que ofrecía el histórico puerto de Palos, desde donde salían expediciones tanto a las costas africanas como a la guerra contra Portugal,permitió que fuera el lugar desde donde partieran la mayoría de sus armadas, organizadas, en muchas ocasiones, por esta familia. Martín Alonso y Vicente Yáñez, capitanes de las carabelas La Pinta y La Niña, respectivamente, son los hermanos más conocidos, pero hay un tercero, menos popular, que iba a bordo de La Pinta como maestre: Francisco Martín. Martín Alonso fue el hombre gracias al cual se consiguió que la marinería de la zona del Tinto-Odiel se animara a participar en la empresa colombina. Asimismo apoyó económicamente el proyecto aportando dinero de su hacienda personal. Francisco, el maestre de La Pinta, parece que, además de en el primero, participó también en el tercero y cuarto de los viajes colombinos, pero, por ser su nombre muy común, sus datos biográficos se confunden con otros homónimos de su época. Por último, Vicente Yáñez, el menor de los tres hermanos, además de participar en el primer viaje de Colón,una vez finalizado el monopolio colombino, realizó otros viajes de descubrimiento por su cuenta, entre los que cabe destacar el descubrimiento del Brasil. La participación de los Pinzón fue crucial para la empresa descubridora, ya que nadie estuvo dispuesto a enrolarse con Colón hasta que el mayor de los hermanos, Martín Alonso, rico y afamado armador de la zona, dio su apoyo a la empresa. Desde que Martín Alonso se decidió a apoyar la empresa, emprendió una decidida campaña en favor de la misma y, gracias a su apoyo, el de sus hermanos y otras destacadas familias de marinos de la zona, se consiguió reclutar los hombres necesarios para aquella empresa, marineros de Palos, de Huelva y hasta de fuera de Andalucía. Los testimonios en los pleitos colombinos señalan cómo los Pinzón, sobre todo Martín. Durante el viaje descubridor mostraron en varias ocasiones sus dotes como expertos marinos y como líderes, ya que supieron resolver las más diversas y difíciles situaciones, por ejemplo cuando antes de llegar a las Canarias se rompió el timón de la Pinta y fueron capaces de seguir navegando o cuando Colón entre el 6 y el 7 de octubre de 1492 no fue capaz de restablecer la disciplina entre la cansada y desanimada tripulación de la Santa María, el mayor de los Pinzón con sus dotes de mando consiguió resolver la situación. Martín Alonso sugirió a Colón el cambio de rumbo el 6 de octubre de 1492. Este cambio llevó a la expedición a Guanahani, en las Bahamas, el 12 de octubre de 1492. Cuando naufraga la Santa María el 25 de diciembre,Vicente Yáñez al mando de La Niña acude al rescate de los compañeros que se encontraban en aquella difícil situación. Por estas y otras actuaciones, los hermanos Pinzón tienen un lugar destacado en la historia del descubrimiento de América, y son considerados por los historiadores como "codescubridores de América ya que sin su ayuda y apoyo, Colón probablemente no habría podido llevar a término la empresa descubridora, al menos en aquella época y en aquel lugar. Martín Alonso Pinzón (1440 - 1493) había viajado desde joven por el Mediterráneo y por la costa atlántica de África, haciendo fortuna como armador y comerciante y acumulando experiencia y conocimientos sobre artes náuticas, geografía y cartografía. Los frailes del Monasterio de La Rábida le pusieron en contacto con Colón; y fue la mediación de Pinzón la que le permitió reclutar la tripulación para su viaje a las Indias (1492). El propio Pinzón se encargó del mando de una de las tres carabelas con las que se descubrió América, la Pinta, en la que llevaba de maestre a su hermano Francisco Martín Pinzón. En la travesía de regreso, una tormenta separó las dos naves que quedaban, siendo la de Pinzón la primera en llegar a puerto, a Bayona (Galicia), mientras que la de Colón llegaba más tarde a Lisboa. Murió de sífilis poco después. Vicente Yáñez Pinzón (c. 1461 - c. 1515) también participó en aquel viaje, como capitán de otra carabela, la Niña (Colón mandaba la Santa María). Posteriormente organizó una expedición propia a las costas americanas, que fue la primera en rebasar el Ecuador (1499-1500); en ella le acompañó su sobrino Arias Pérez Pinzón.
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